Parece que en ERC se están poniendo tibios. Podemos ver que un alcaldable que deja su puesto ha dicho en rueda de prensa que los mismos militantes de su partido le han boicoteado con acciones muchas veces fascistas. Resulta que son las mismas personas que no se cansan de llamar fascistas a nuestros militantes, que nos ponen pancartas con esvásticas y banderas españolas con el águila de San Juan y que pintan las casas de nuestros líderes con pintadas amenazantes. Pues deberíamos empezar a considerar quiénes son los fascistas en este país.
Aparte de este asunto de dimisiones de militantes y de líderes locales, vemos como tanto Portabella como Pont (la alcaldable de Reus) dicen que se ven en la oposición más que en el Gobierno. Claramente, bajo nuestro humilde punto de vista, es otra maniobra de las que provocan que los afiliados renieguen de los políticos. Ya que han perdido mucho peso electoral, dicen que no entran para forzar al resto a cederles más poder político del que les pertocaría.
Decía Carod, ¿nos cesan hace 4 meses y luego van a querer gobernar con nostros? ¿Qué habrá cambiado en este tiempo? Pasadas las elecciones volvían a pactar con el PSC.
-Pacto que este alcaldable que ha dimitido ha criticado duramente menospreciando al Sr. Montilla. Menosprecio que desde aquí denunciamos. No se puede permitir en política el desprecio al adversario.-
Las cúpulas de los partidos no consultan a las bases nunca y así no sólo la gente se distancia de nosotros sino nosotros mismos nos distanciamos de nuestros líderes.
Otro ejemplo claro es la pregunta de ayer a Rajoy: ¿Será Gallardón su número dos en las generales? Y contestó: tenemos muchas personas válidas. En un partido DEMOCRATICO hubiese contestado: «El dos y yo mismo, seremos decididos por nuestros militantes en votación».
En política las cosas deben dejar de hacerse a dedo y deben explicarse los motivos cuando se toma una decisión. Así, nos gustará más o menos, pero nadie podrá decir que no hemos sido transparentes ni hemos valorado todas las opciones.
No sé quién ha escrito ese texto; pero, estoy absolutamente de acuerdo con su contenido.
No hay, no obstante, que alarmarse: parece que las tensiones post-campaña fructifican en estos bailes de «navajitas plateás».
Hay quienes conspiran para auparse donde han sido incapaces de promocionarse con su lealtad y valía, con su trabajo bien hecho, con su respeto hacia los compañeros y eso es así siempre. Quizá esté en el corazón humano.
Pero es verdad que una campaña electoral sirve, entre otras cosas, para separar el grano de la paja y a las bases formadas e informadas corresponde retomar el camino correcto y aupar a los mejores, siquiera sea temporalmente, puesto que nadie es imprescindible.
Mª Jesús González
Climent, abans de netejar les altres cases, fes bugada a casa teva, no et sembla? I continues amb la demagogia habitual: si saps qui fa aquests atacs, per què no els denuncieu?